La
Sinergología
es una doctrina fundada en los años 80 por Philippe
Turchet,
el cual, al realizar sus estudios doctorales sobre la racionalidad
del comportamiento, observó la importancia de ciertos movimientos de
la cara y del cuerpo en la comunicación humana.
En
esta época descubre, filmando a individuos tanto de origen
occidental como árabe, que los movimientos inconscientes de la
mirada de ambos eran diferentes y que no parecían programados desde
un punto de vista neurológico, tal y como se creía hasta ese
momento, si no que los movimientos no conscientes de la mirada
dependían de nuestras enseñanzas de base y concretamente de la
escritura. Igualmente comprobó que la gestualidad no consciente
encajaba en las mismas reglas, así como que el antagonismo entre
nuestros pensamientos y nuestras acciones se puede observar gracias a
indicios visuales muy claros, cuando se observan sistemáticamente
ciertas partes del rostro y del cuerpo en interacción. Comprende
entonces que la actividad de la comunicación no verbal exige que se
aprenda con más rigor, a través de una red de conceptos dinámicos.
En
1996 funda la disciplina que permitirá la lectura sistemática de la
comunicación no verbal humana, estableciendo la primera nomenclatura
de la Sinergología.
En
el campo de la observación no verbal, autores tan prestigiosos como
Desmond Morris, Edward Hall, Ray Birdhwhistell , Gregory Bateson o
Paul Ekman, por ejemplo han contribuido a que progresara el
conocimiento de la comunicación
no verbal, hasta alcanzar
niveles significativos.
Igualmente ha sido determinante el aporte reciente de la neurociencia. Los estudios de Antonio Damasio sobre las emociones y el cerebro, tomando en cuenta la influencia de los hemisferios cerebrales en la comunicación cotidiana La estrecha relación entre cuerpo-emoción-razón actuando de manera conjunta y no de forma aislada.